Es una técnica de joyería que consiste en sumergir una joya en oro líquido. Tras realizar entre dos y cuatro inmersiones, esta quedará totalmente recubierta del preciado metal.

El bañado en oro es una técnica ampliamente empleada tanto en el ámbito de la joyería como en el de la electrónica. De hecho, los resultados que se consiguen con ella logran emular el oro macizo.